lunes, 26 de noviembre de 2012

FERRATA REGINA DE PERAMOLA

El miércoles cayeron otros 60km de ciclocrosnocturnos y 750m+ por la Serralada Marina con algunos bucles corrioleros muy divertidos.
El viernes, y después de casi un año, me fui a correr un ratito. Me apetecía ir a Collserola y hacer algo de montaña. Como era el primer día no quería hacer mucho para no estar con agujetas para el fin de semana que me esperaba una buena jeje. Total que como por la ctra. de las aguas me aburría empecé a subir y bajar trialeras jeje. Me lo pasé de coña y me salieron 8km y 560m+. 
Para el sábado me estrenaría en el mundo de las Vías ferratas junto con Gloria y Carlos que ya ha hecho alguna. Subimos cerca del Coll de Nargó para hacer la Regina de Peramola. Es una de las vías más largas que se pueden hacer en Cataluña.
Se divide en 3 tramos  y hay escapatorias por senderos por si estás muy cansado o algo cagado jeje. Aparcas en la carretera y subes caminando a pie de montaña entre arbustos para dar con el inicio de la vía que es algo complicado para que no se suba cualquiera.

Yo he de reconocer que después de subir los primeros metros...ya estaba pensando "que carajo hago yo aquí colgado, aquí no se me ha perdido na" jejeje, me entro un poco de canguelo y los antebrazos estaban más duros que las piedras por las que trepaba jeje, más de la tensión que de la fuerza que hacía para agarrarme.

Además es un tramo totalmente vertical y bastante aéreo y bueno, para los que no estamos acostumbrados pues lo cierto es que da respeto. Si vas atado con el arnés pero está esa parte de tu cabeza que se olvida de ello y te hace sentir el...y si me voy de espaldas?jeje

Luego llegas a un tramo en el que puedes caminar por un sendero que te lleva de nuevo a otra pared. Gloria también ha tenido esa sensación de miedo y mira que era ella la que tenía ganas de venir aquí pero cuando estás aquí ya es otra cosa jeje. Carlos ya es la segunda vez que la hace y la lleva por la mano, el tranquilísimo.

Después llegas a una punto en el que hay que cruzar un puente tibetano suspendido entre 2 paredes y con una buena caída. Otra sensación a superar la de caminar sobre tres cables de acero (uno de los laterales roto) viendo la caída que hay bajo tus pies y con lo que se mueve jeje.



Si os fijáis delante mío , en el lado derecho se ve el cable colgando...


Aquí Gloria cruzando y Carlos esperando turno

Después de cruzar a seguir trepando por otra larga pared vertical con algún paso lateral. El tiempo se porta bien y no hace ni frío ni calor. No me quiero imaginar lo que tiene que ser hacer eso en verano bajo la solana de agosto, tienes que acabar torrao torrao.
Visto desde arriba impresiona eee.



 Y desde abajo también jejeje

Estos peldaños son más pequeños pero están dispuestos de manera que hacen más cómoda y ágil la subida. En algún tramo el cable de seguridad está roto y aunque no son los tramos más peligrosos te hace ir más atento si cabe. Seguramente, si estas líneas las lee alguien que esté acostumbrado a este tipo de actividades, le parecerá todo exagerado pero para un principiante, este ferrata impone o por lo menos esa fue mi sensación. De todos modos algunos de los chicos que nos encontramos por el camino y con quienes charlamos, ya nos comentaron que para ser la primera vez, ésta es exigente.


Seguimos avanzando...estos tramos de cadenas también tienen su gracia.





Ya hemos acabado el segundo tramo y antes del tercero te encuentras este simpático cartel.

Yo no he visto ningún niño pero ya si llegan hasta aquí ya es de tener narices. Ahora vendrá el tramo del Paso de la Fe, un cambio de pared en el que si eres bajito no llegas a tocar en ambas paredes al mismo tiempo y has de dar un pequeño salto.

Yo no las tengo todas conmigo y a parte vamos muy justos de tiempo pues habíamos quedado para comer en un lugar cercano para celebrar el cumple de una amiga y bajar de aquí por el sendero ya te lleva un rato. 
Nada, seguimos para arriba o para el lado...






Si te fijas en la parte superior, los peldaños se inclinan un poco haciendo que 3-4 peldaños queden algo desplomados y haya que hacer más fuerza para subir. Estos tres chicos que llevábamos delante no consiguieron pasar y como pudimos nos colocamos para poder pasar yo.
Me costó algo pero para arriba y seguí hacia el Paso de la Fe.


Gloria no pudo pasar tampoco y probó la seguridad del arnés ya que le fallaron la manos por cansancio y cayó. Un sustillo pero que impresiona mucho y más si te pones a pensar en las consecuencias si el arnés no hace su trabajo.
Yo llegué a a siguiente repisa donde hay creo que la última escapatoria ya que desde allí ves el final de la vía y estás muy cerquita de conseguir el reto. Allí esperé y viendo que no subían decidís bajar pensando que ellos desharían el camino hasta la escapatoria conocida como La Delicada.
Las vistas desde aquí arriba son espectaculares y compensan el esfuerzo realizado...la adrenalina y la tensión te ponen a prueba y es un buen modo de conocer un poco más tus limitaciones o esas barreras psicológicas que podemos salvar si por lo menos lo intentamos.






Éste si que está acostumbrado a las buenas vistas...yo por dentro me reía pensando que lo que estaba esperando era que alguno cayéramos jeje

La bajada también es divertida con algún tramo algo más vertical y luego simplemente un sendero que zigzaguea a través de la zona más boscosa para llegar de nuevo al parking.

En el sendero nos juntamos de nuevo los 3 y después de contarnos las anécdotas y los sustos, coche y hacia la casa rural donde habíamos quedado para comer.

Con la tontería sumamos 8.1km y 990m+ y otra cosa más que ya hemos probado. 












1 comentario:

  1. Pues por ser la primera hay que tener un par de hu.... u ova...., depende de quien suba. Yo este año he tenido la fortuna de hacer dos veces escaladas con un compañero que le tengo toda la confianza, y eso que hacía casi 20 años que no me pagaba a una pared.
    Lo que dices de que te preguntas qué haces aquí, yo me lo he preguntado bastantes veces, y es entonces cuando la cagas. Si superas eso, después es cuestión de olvidarse donde estás y concentrarte sólo en lo que debes hacer, dejando la contemplación para cuando estás en las reuniones y entonces gozar del paisaje.
    Yo siempre pensaba que esto de la escalada era de locos, pero si eres consciente del desafío que debes superar, la cuestión mental sobre todo, resulta que es una actividad maravillosa, única y que crea adicción.
    Saludos, Hector.

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